Santuario IGUANALAND
La iguana rinoceronte, es un reptil que forma parte de la fauna endémica de nuestra isla. Su nombre científico es Cyclura cornuta, el cual hace alusión a los cuernos que tiene en su parte frontal. Nuestra iguana rinoceronte está amenazada debido a la caza de miembros jóvenes o de sus huevos para el consumo humano, la captura para el comercio como mascota o simplemente para matarlas por desconocer que se trata de un animal inofensivo, la modificación de su hábitat (deforestación) y la introducción de especies de fauna exótica que actúan como depredadores, o compiten con ella por el espacio y el alimento; estos factores han incidido en la preocupante reducción de sus poblaciones, por lo que está protegida por leyes nacionales e internacionales. La población salvaje más numerosa de esta especie está en la zona protegida del Lago Enriquillo.
El aspecto de estas iguanas puede resultar atemorizante, sin embargo, la iguana rinoceronte es totalmente inofensiva. Tiene una hilera de espinas correosas que va desde el cuello hasta su larga y poderosa cola y puede llegar a tener una longitud de casi 60 cm, lo que propicia acentuar su falsa imagen de ferocidad.
Es muy importante conocer todo acerca de nuestra iguana rinoceronte. Además de su valor como parte de la biodiversidad de nuestra isla, ellas son importantes dispersoras de semillas en el medio natural. Las iguanas ingieren los frutos y posteriormente depositan en el suelo, junto a sus heces, muchas semillas que no han sido digeridas. Algunos estudios han comprobado que estas semillas germinan más rápido, lo que ofrece considerables ventajas en los ambientes secos; de igual modo, favorece la dispersión de las semillas al trasladarlas a microhábitats con condiciones más favorables para su germinación. En definitiva, la iguana rinoceronte juega un importante rol en mantener la salud de los bosques y la funcionalidad del ecosistema.
La iguana rinoceronte tiene su propio santuario en Scape Park at Cap Cana, el IGUANALAND; lo componen más de 30 individuos, 40% hembras y 60% machos, la edad va de 6 a 15 años. Para este santuario de nuestra iguana rinoceronte se consideraron cuidadosamente las condiciones naturales donde habitan. Se escogió un área rocosa con plantas y árboles que brindan alimento (semillas, hojas y flores) como lo son el higo y cactáceas, una topografía irregular combinando espacios rocosos con suelo blando, espacios para asolearse y también áreas de sombra para refrescarse (ellas autorregulan su temperatura moviéndose según lo necesiten) y se les proporciona niveles adecuados de humedad para que mantengan fresca la piel.
Para la preparación de alimentos complementarios se aplica una minuciosa higiene y se realizan cortes adecuados para la ingesta. Durante la temporada de calor se realiza desparasitación y riego extra del suelo del terrario. La hembra deposita los huevos a metro y medio de profundidad, estos nidos son monitoreados hasta el día de la eclosión para asegurar que los recién nacidos suban a un árbol, como método de preservación de la cría.